Metamòrphika Macabeu Brisat

Probablemente no todo el mundo sepa que en Cataluña, en las partes altas del interior de Tarragona, se esconde una de las zonas tradicionalmente más propensas a la elaboración de vinos naranja según los métodos ancestrales. En Barberà de la Conca, la bodega Costador Terroirs Mediterranis tiene el mérito de haber recuperado este legado de tradiciones ancestrales, con una gama que combina entretenimiento, experimentación y una absoluta apuesta por la calidad. Suelos extremos, calcáreos ricos en arcillas y pizarras, un terruño insólito, en estrecho contacto con las corrientes mediterráneas. Y altitudes vertiginosas, con cepas muy viejas, algunas con más de cien años, plantadas a altitudes que llegan a los 850 metros. Al frente de la bodega, un artesano de la viña, Joan Franquet, dedicado a elaborar de forma ecológica y biodinámica un sofisticado catálogo a partir de uvas minoritarias.

Las botellas de la línea Metamorphika, recordando las ánforas de vinificación, son hechas de cerámica: escénicas y eficaces. Monovarietal de uvas de macabeo, una variedad a descubrir sobre todo fuera de la península ibérica, este Brisat (término catalán que hace referencia a los hollejos y que se correspondería con el 'vino naranja') se cría durante unos 7 meses en barricas de tamaño medio tras la maceración con los hollejos y una vinificación en ánforas, con la mitad de los racimos enteros. Un vino de montaña, de cepas viejas, que resulta muy equilibrado y con una acidez cortante. Afrutado en nariz, con notas cítricas, florales y especias dulces. La maceración refuerza, en boca, su sapidez y tanino, pero también su estructura, lo cual enfatiza el carácter nativo de la macabeo y lo predispone para la crianza.