Le Puy Émilien

Su color es granate con matices rubí en las añadas más jóvenes, adquiriendo reflejos anaranjados en las más evolucionadas y tonos de piel de cebolla en las más antiguas. En nariz, despliega aromas de frutos rojos maduros, con predominio de grosella negra y grosellas rojas, acompañados de notas de almendra tostada y, en ocasiones, matices de setas y sotobosque. En boca, se presenta redondo, pleno y delicado, con taninos aterciopelados y un final largo, de agradable complejidad.

Émilien destaca por su gran finura y versatilidad: puede disfrutarse joven, por la suavidad de sus taninos, o con varios años de guarda, revelando entonces toda la profundidad de su terruño. Es un vino de notable longevidad.