La Traca

La tradición fallera y festiva de Valencia se hace evidente en la etiqueta de esta botella, y del vino: una explosión de fruta fresca, perfectamente orquestada. La primera impresión es de elegancia, de un vino bien conseguido, intenso, refinado, que sin duda destacará en su gama de precio. Vinos de bobal con esta jugosidad y finura no es fácil encontrarlos en esta gama de precio. Fermentado y criado en depósitos de hormigón, con un tercio del vino criado en barricas de roble francés durante diez meses. El resultado: un vino redondo y placentero.

Su color es intenso, color cereza picota, brillante, y en nariz ofrece notas dulces y refrescantes sobre un fondo especiado que realza la fuerza de la fruta, como la sal en la comida. Y en boca, un traje similar: intenso, equilibrado, con estructura, ligero pero con presencia, pulido. Un vino para fiestas, encuentros, para copeo y barbacoas, fácil de beber y con una graduación bastante moderada, que se agradece también.