Château de France Pessac-Léognan

El Château de France Pessac-Léognan 2014 es un vino tinto fruto de un terruño en el que la profunda grava pirinaica cubre un subsuelo de arcilla y caliza. Su base son siempre las bordelesas cabernet sauvignon y merlot, con distintos cambios en los porcentajes dependiendo del año; en 2014, el cabernet ocupó el 41% del corte y el merlot se impuso con un 59%.

La uva vendimiada a mano se selecciona cuidadosamente para, después de una rápida fermentación de entre 7 y 10 días, seguir su vinificación con una maceración de casi un mes. Todo el proceso es supervisado por el enólogo consultor Michel Rolland, responsable técnico de algunos de los vinos más prestigiosos del mundo. La crianza se reparte entre barricas nuevas y de un vino para asegurar que la madera no pisotee la esencia de la fruta. Justo antes del embotellado se filtra ligeramente para eliminar impurezas y se clarifica con clara de huevo, pero no se le realiza ninguna otra operación que pudiese desvirtuar su personalidad original.

Llegado el momento de saborearlo nos encontramos un vino de intenso color rubí y nariz perfumada de mermelada de frutos silvestres (grosellas negras y moras) y pan de jengibre recién horneado. Con algo más de tiempo en la copa asoman las especias y el regaliz, decorando una boca de taninos elegantes, refinados y maduros. En el paladar, los aromas se reproducen con un perfecto equilibrio entre volumen y frescura. Los aromas nítidos y torrefactos de la madera acompañan al vino en su larguísimo discurrir por el paladar, culminando en un final ahumado y fresco a la par que nos hace augurarle un tremendo porvenir.

Desde la recuperación del viñedo y la renovación de la bodega iniciadas por la familia Thomassin en 1971, los vinos tintos no han dejado de mejorar, tornándose más refinados con el paso del tiempo. Las añadas más recientes están, sin duda, al nivel de los grandes vinos de Graves.