Château Pignan

Pignan no puede considerarse el segundo vino de Rayas, pues pese a estar elaborado también con garnacha, la parcela de la que proceden las uvas con que se elabora está más al norte. Supone alrededor de un 20% de la producción de Rayas y en sus mejores años, su clasicismo nos lleva al podio de los mejores vinos históricos de Châteauneuf-du-Pape. Dependiendo del año, hasta un 20% del vino puede proceder de las cepas más jóvenes del viñedo de Rayas, aunque su verdadera esencia se basa en los suelos ocre de arenas y arcillas cubiertos de galets, los icónicos cantos rodados de Châteauneuf-du-Pape.

Pignan recibe su nombre de los pinos que rodean el viñedo y es un vino muy codiciado, pues su producción raramente supera las 700 cajas. Tras su característico color rubí asoman aromas de kirsch, lavanda y regaliz. En boca es la fruta la protagonista, cubriendo hasta el último rincón de las mejillas de seducción y tacto corpóreo. Asoman en segundo plano aromas terrosos mientras el vino trascurre con aparente ligereza por el paladar. Su elegancia cincela un cuerpo bien estructurado y permite que, pese a su amplitud, los recuerdos de mermelada de frambuesas y cerezas se impongan a los de cacao y especias (pimienta blanca) derivados de la crianza. Suave, sabroso y fresco, sereno y compacto, Pignan es un vino con personalidad propia y taninos robustos que le permitirán seguir mejorando con los años.