Vino rosado
El rosado ha sido durante años el color más infravalorado de cuantos conforman la paleta del vino. Quizás por situarse en un punto intermedio entre el tinto y el blanco, su consumo ha causado cierto desconcierto entre aquellos que no sabían exactamente con qué platos acompañarlo o en qué ocasiones hacerlo. Sin embargo, recientemente parece que el más romántico de los colores del vino está viviendo un cierto resurgir y su imagen se empieza a asociar a glamour y elegancia. Ha llegado pues, el momento de conocer toda la verdad sobre el vino rosado.





















Château Pigoudet Classic Rosé 2024













El rosado ha sido durante años el color más infravalorado de cuantos conforman la paleta del vino. Quizás por situarse en un punto intermedio entre el tinto y el blanco, su consumo ha causado cierto desconcierto entre aquellos que no sabían exactamente con qué platos acompañarlo o en qué ocasiones hacerlo. Sin embargo, recientemente parece que el más romántico de los colores del vino está viviendo un cierto resurgir y su imagen se empieza a asociar a glamour y elegancia. Ha llegado pues, el momento de conocer toda la verdad sobre el vino rosado.
Cómo se consigue el color rosado
El color del vino rosado se obtiene, por supuesto, de las pieles de la uva tinta, aunque es posible emplear también un porcentaje de uva blanca en algunas regiones. Así, la tonalidad final del vino dependerá en gran medida del tiempo que el mosto esté en contacto con los hollejos. Si el tiempo es corto, se obtendrá un vino color piel de cebolla, pálido y delicado, mientras que, si se prolonga la infusión durante más tiempo, obtendremos un vino más secante y contundente, más próximo a un vino tinto joven. Los mejores vinos se obtienen a partir del mosto flor, es decir, con la única presión del propio peso de la uva.
¿Rosados con crianza?
Si pensamos en vino rosado, raramente tendremos en cuenta la crianza como parte de su proceso de vinificación, aunque deberíamos. Son cada vez más las bodegas que apuestan por trabajar el vino rosado con algo de crianza, ya sea total o parcial. El trabajo con las lías y los aromas de las breves estancias en madera, aportan cremosidad y complejidad a los vinos rosados de alta gama.
Las uvas del vino rosado
El vino rosado puede elaborarse a partir de cualquier uva tinta, aunque algunas variedades parecen predispuestas a este tipo de elaboración. Cabernet franc, merlot, syrah y pinot noir han viajado por todo el mundo desde su Francia natal para dar lugar a magníficos vinos rosados, mientras que la uva cinsault parece haberse resistido a abandonar suelo galo. En Italia cuentan también con grandes uvas que adoran convertirse en vino rosado, como la nerello mascalese; en España, garnacha tinta, tempranillo o prieto picudo son las grandes variedades a tener en cuenta.
Las regiones de vino rosado más famosas del mundo
El vino rosado suele elaborarse en regiones famosas también por elaborar vinos tintos. No obstante, unas pocas zonas vitivinícolas han adquirido fama y prestigio con el vino rosado como el más firme pilar de su producción. Provenza, con Bandol y sus rosados sutiles a la cabeza, Tavel, al sur del Ródano o el famoso rosé d’Anjou elaborado en el valle del Loire, se cuentan entre los más reputados rosados franceses. Cerasuolo d'Abruzzo y sus vinos de montepulciano, o Salento, en el talón de la bota del mapa italiano con sus vinos de negroamaro son algunos ejemplos de rosados italianos con carácter propio. En España, Navarra y Cigales se han ganado buena parte de su reputación a partir de la elaboración de grandes vinos rosados, pero conviene tener también muy en cuenta la nueva hornada de rosados de Rioja o el Penedès, pese a tratarse de zonas tradicionales de vinos tintos y blancos.
Estilos y maridajes del vino rosado
En general, se cree que el vino rosado es bajo en alcohol, afrutado y fácil de beber, aunque la realidad es algo más compleja: los estilos de vino rosado pueden ser tan diversos como los del vino blanco o el tinto. Las graduaciones, al igual que las tonalidades del vino, pueden variar enormemente, desde los 11 a los 13 grados de alcohol. Zonas como Burdeos elaboran vinos secos, elegantes y tersos, mientras que en España u otras zonas de mayor calidez como el Languedoc-Roussillon, resulta sencillo encontrar vinos más corpulentos. Los más estilizados son la compañía perfecta de recepciones, aperitivos o entrantes ligeros, mientras que los más voluminosos funcionan de maravilla con verduras braseadas, pescados azules a la brasa o arroces mixtos.