Tempus

Tempus es un vino muy personal, una medida combinación de las virtudes de las uvas tintas tradicionales de la región (cariñena y garnacha) con dos de las grandes uvas francesas (merlot y syrah); la primera se ocupa de dotar al vino de raza, frescor y profundidad, mientras que las otras tres son las encargadas de vestirlo de jugosidad, voluptuosidad y especias.

Las uvas con las que se elabora proceden de dos pequeñas fincas de muy baja producción y más de 30 años de edad situadas en el pueblo de Batea. Los racimos se recolectan a mano y se llevan a la bodega en pequeñas cajas para asegurar que no sufran desperfecto alguno.

Convertido en vino, luce color oscuro (de picotas) y capa cubierta. Su aspecto podría llevarnos a pensar en un vino excesivamente corpulento o tánico, pero Tempus no es ni una cosa ni la otra. El buen trabajo con las temperaturas de fermentación, el tiempo de maceración y la esmerada selección de una uva de calidad excelsa han permitido obtener todo el perfume y la elegancia de las pieles sin arrastar en demasía su tanicidad. Su graduación se siente en como llena la boca y reviste las mejillas de amabilidad y fina licorosidad, pero no resulta hiriente en absoluto. Desprende aromas de grosellas negras maduras y regaliz, de pimientas, clavo y cacao. En boca consigue resultar tremendamente jugoso sin perder frescor y resonar en la memoria durante varios minutos, dejando tras de sí un rastro bálsamico (eucaliptus) y mineral del todo adictivo.

La crianza en roble francés y el reposo en botella previo a su salida al mercado hacen de este Tempus un vino junto al que cualquier carne roja con un toque especiado o queso suficientemente curado potenciará todas sus virtudes.