Vino de Chianti Classico DOCG
La del Chianti Classico es la región más tradicional del Chianti. Constituida como zona vinícola en 1716 por el Gran Duque Cossimo III, esta región se localiza a lo largo de los valles entre Florencia y Siena y tiene como emblema el histórico gallo negro que ilustra las etiquetas de sus vinos. En esta región no se permite la elaboración de vinos bajo la denominación de Chianti DOCG y sus productores tienen como objetivo mostrar un estilo de vinos más elegante y estructurado, vinos capaces de competir con la opulencia de los más grandes sangioveses de la comarca.






Monteraponi Chianti Classico Ris. Campitello 2018
ECO

Badia a Coltibuono Chianti Classico 2019
ECO


Rocca delle Macìe Chianti Cl. Ris. di Fizzano 2014


Podere Poggio Scalette Chianti Classico 2019


Castello di Monsanto Chianti Classico Riserva 2019

Bindi Sergardi I Colli Chianti Cl. Ris. Colli 2018


Tenuta Perano Chianti Classico Riserva 2017

Ricasoli Chianti Classico Brolio Bettino 2018

Tenuta Perano Chianti Classico 2019

Fontodi Chianti Cl. Gran Sel. Vigna del Sorbo 2017
ECO


Ricasoli Chianti Cl. Gran Selez. CeniPrimo 2018



Grevepesa Chianti Cl. Castelgreve in Fiasco 2016 (0,5 L)

Castello di Ama Ch. Cl. Gran Sel. Bellavista 2016

Castello di Volpaia Chianti Classico Riserva 2018
ECO

Luiz Barichello Chianti Classico Turris 2013

Ricasoli Chianti Classico Riserva Brolio 2018

Grevepesa Chianti Classico Castelgreve 2018

Marchese Antinori Chianti Classico Riserva 2019


Ricasoli Ch. Cl. Gr. Sel. Castello di Brolio 2018
Chianti Classico DOCG
La del Chianti Classico es la región más tradicional del Chianti. Constituida como zona vinícola en 1716 por el Gran Duque Cossimo III, esta región se localiza a lo largo de los valles entre Florencia y Siena y tiene como emblema el histórico gallo negro que ilustra las etiquetas de sus vinos. En esta región no se permite la elaboración de vinos bajo la denominación de Chianti DOCG y sus productores tienen como objetivo mostrar un estilo de vinos más elegante y estructurado, vinos capaces de competir con la opulencia de los más grandes sangioveses de la comarca.
De hecho, los vinos de sangiovese, con una proporción mínima del 80% o totalmente monovarietales, como son la mayoría, constituyen la espina dorsal de esta denominación, el auténtico elemento común en todos estos terruños tan distintos por la diversidad de climas y suelos, como los encontrados en Castelnuovo Berardenga, Castellina, Radda, Gaiole o Greve.
Siendo los más estructurados, amplios, complejos, tánicos pero también más suaves y sedosos de la región del Chianti en su conjunto, los vinos con denominación Chianti Classico se someten a una crianza mínima de un año, cada vez más prolongada y cada vez más, en madera, y proceden de viñas cuyos rendimientos están limitados a 7,5 t/ha, valor que demuestra su afán de calidad. Concentrados, especiados, ahora a menudo tostados e incluso etéreos, los chainti classico son vinos típicamente frescos y sabrosos en boca, con una persistencia ligeramente amarga, que hace que pidan una guarda de al menos cinco años antes no alcanzan la plena madurez.
Tienen un potencial extraordinario y cuentan con las categorías de Reserva, con un mínimo de dos años de permanencia en bodega, y de Gran Selección, elaborados estos con uvas estrictamente seleccionadas y con un mínimo de treinta meses de crianza.