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España
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CARRITO
Transporte gratuito a partir de 200 €

El Rapolao, paraje del Bierzo

El Rapolao es el paraje del Bierzo más famoso hasta hoy. Es un viñedo situado en Valtuille, compartido por distintos viticultores-elaboradores, cuyos vinos destacan por su gran delicadez y estilo borgoñón.

El paraje El Rapolao desde el viñedo de Micheli i Mufatto. Foto de Michelini i Mufatto.

El paraje El Rapolao desde el viñedo de Micheli i Mufatto. Foto de Michelini i Mufatto.

El Rapolao es uno de los parajes más famosos del Bierzo. Está situado en la localidad de Valtuille de Abajo, orientado al noroeste, en la zona más fría del pueblo y a una altitud de 550 metros. El sol brilla en El Rapolao durante una hora menos que en el resto de viñedos próximos, los suelos combinan piedras y arcillas rojas ricas en hierro y los vinos que nacen de él regalan año tras año una delicadeza solo al alcance de los más grandes, perfumes encantadores y taninos delicados.

Las cepas son mayoritariamente viejas, plantadas entre 1920 y 1980, conducidas en vaso y de la variedad mencía, aunque se cuentan también pequeños porcentajes de estaladiña, garnacha tintorera y sousón. Aquí la uva madura tarde, los suelos son profundos y las uvas parecen impregnarse de los aromas de los bosques que rodean las viñas.

La magia del lugar no ha pasado inadvertida para los enólogos próximos a Raúl Perez, el verdadero artífice de la revolución que está viviendo este paraje. Son varios los productores que trabajan distintas parcelas de este maravilloso rincón del Bierzo; mientras que cada uno imprime su propio sello en cada vino, colectivamente preservan la esencia natural del paraje, tan compleja, pura y llena de energía. La filosofía del proyecto es, sin duda, de clara inspiración borgoñona.

Vinos procedentes del paraje El Rapolao elaborados por distintos viticultures.

Los distintos vinos Rapolao, por ahora:

Botella del vino Ultreia El Rapolao de Raúl Pérez.

El Rapolao de la gama Ultreia, de Raúl Perez: el más austero de los Rapolao

Los vinos de Raúl Pérez de deben completamente al terruño: al viñedo, a la tierra, a la tradición. Y el viñedo, en este caso, se encuentra en este paraje que el gran maestro berciano comparte con un selecto grupo de amigos, viticultores elaboradores, apasionados del Bierzo y la mencía como él. El de la gama Ultreia nace de una de las parcelas con las viñas más viejas y es quizás el más largo y austero de los vinos del Rapolao. Ultreia Rapolao, un vino intenso y profundo, de elegante rusticidad.

Botella del vino El Rapolao de La Vizcaína de Vinos.

También de Raúl Pérez, de su proyecto La Vizcaína de Vinos: un Rapolao especialmente balsámico

La Vizcaína El Rapolao es un vino de gran elegancia y frescura, una fiel expresión de su terroir de procedencia. Es un vino serio, fluido y expresivo, muestra una acidez más notable que otros vinos de la bodega, con una boca sedosa y una armonía envidiable. Combina intensas notas balsámicas, casi mentoladas y de eucalipto, con bayas silvestres y pequeñas flores.

Botella del vino Valtuille Rapolao de Castro Ventosa.

El Rapolao de la bodega familiar de los Pérez, Castro Ventosa: un Rapolao muy complejo

Castro Ventosa Valtuille Rapolao es un vino siempre profundo y complejo, con capas y más capas de aromas y texturas, un vino dotado de una energía especial. Es floral y refinado, y resulta fresco incluso en añadas secas, siempre tan elegante y terroso.

Botella del vino El Rapolao de César Márquez.

El Rapolao del sobrino de Rául, César Márquez: un Rapolao más ligero y fluido

César Márquez ofrece también su interpretación de este reputado paraje del Bierzo con un vino floral y fresco, elegante y fluido, profundo y con una deliciosa textura: César Márquez El Rapolao.

Botella del vino de Finca El Rapolao de Dominio del Anza.

El Rapolao de Diego Magaña, más jugoso

El Finca El Rapolao de Dominio de Anza es uno de esos vinos que cuentan con luz propia y que transmiten energía con cada sorbo. Es floral, de aromática compleja, elegante y de gran pureza. Comparado con los vinos vecinos de este excepcional paraje, el de Diego Magaña resulta algo más jugoso.

Botella del vino El Rapolao de Michelini i Mufatto.

El Rapolao de Michelini i Mufatto, el más delicado

Todos los vinos de Michelini i Mufatto son singulares pero este es, además, el que menos similitudes comparte con los demás vinos de la bodega. Y a su vez, el que más se asemeja a otros grandes vinos del Bierzo. El motivo, el lugar de donde procede: el viñedo de El Rapolao, donde, a pesar de ser una de las zonas más frescas de Valtuille, el clima es más cálido del que puede encontrarse en Ponferrada, de donde proceden el resto de vinos de esta bodega, y el suelo es de distinta composición: arcillas, en lugar de pizarras. Ello hace que el Michelini i Mufatto El Rapolao ofrezca una graduación superior a la que esta familia nos tiene acostumbrados, aunque igualmente fresco, jugoso y con la finura a que nos tiene habituados. Sin duda, un Rapolao a añadir a la lista de imprescindibles para conocer este extraordinario viñedo compartido por el entorno de amigos del maestro Raúl Pérez.

Botella del vino Pago de Valdoneje El Rapolao.

El Rapolao de Vinos Valtuille, el más fresco

Pago de Valdoneje El Rapolao es la última incorporación a la gama de vinos que forman parte de este singular paraje berciano. Elaborado por Pago de Valdoneje - Vinos Valtuille, una bodega familiar con un gran apego por la tierra y una absoluta pasión por la mencía. Sus vinos son siempre frutales, con mucha presencia de la variedad y muy frescos. En el caso del Rapolao no podía ser de otra manera: un vino elegante, con una graduación más comedida y con más frescura y acidez que sus hermanos.