Masi Agricola

La historia de Masi es la historia de una familia y de sus viñedos en el Triveneto. Su propio nombre deriva del Vaio dei Masi, el pequeño valle adquirido en la Valpolicella a finales del s. XVIII por la familia Boscaini, quienes todavía ostentan la propiedad del lugar. Hoy, Masi está presente en los mejores terruños del Triveneto con viñedos y bodegas históricas. Desde 1973 colabora en la Valpolicella con los condes Serego Alighieri, descendientes directos del poeta Dante. Más recientemente han establecido vinculación en Trentino con los condes Bossi Fedrigotti, quienes durante siglos estuvieron dedicados a la vitivinicultura con pasión y profesionalidad. La bodega Masi Tupungato, en Argentina, completa la gama de esta empresa intercontinental.

El Triveneto ha sido siempre una tierra idónea para la viticultura, gracias a la gran variedad de terruños reconocidos históricamente en la región. Masi ha seleccionado en ella los mejores viñedos en las zonas de altitudes medias y de colinas, dedicando una particular atención a la revalorización de viñedos singulares que expresan la excelencia de la zona y de los que nacen vinos de una personalidad única. Más de dos siglos de viticultura de calidad se encuentran ahora bajo la dirección de Sandro Boscaini, Míster Amarone, y su hijo Raffaele.

La vocación vitícola se expresa en Masi a través de un trabajo sabio y profesional, que une la experiencia de la tradición con el conocimiento de la investigación moderna. Prestan una particular atención también a la selección de viñedos y a la protección del patrimonio ampelográfico y de las técnicas autóctonas del Triveneto. A todo ello cabe añadir una vocación natural a la experimentación y a las nuevas tecnologías, que acompañan la bodega en la producción de una de las gamas de vinos más complejas de Italia.

Después de todo, son muchos los productos Masi que se han convertido en referentes en sus respectivas categorías. Entre los más destacados, el Amarone Costasera, tanto el clásico de añada como el reserva. Referentes ineludibles en su tipología, son vinos territoriales, con clase y con carácter, con un fruto muy bien equilibrado entre sensaciones terrosas y sapidez. Auténticos extractos de terruño son también sus vinos "básicos" de la Valpolicella, expresiones de una tradición crujiente, inmediata y polifacética, desde el Bonacosta al más complejo Toar.