Desde 1995, la totalidad del Domaine Emmanuel Giboulot se cultiva bajo principios de biodinámica, una práctica adoptada para fortalecer la conexión entre la vid y su entorno natural. Este enfoque respeta los ciclos de la naturaleza y promueve la biodiversidad, garantizando la salud del suelo y la calidad de las uvas. Con un saber hacer transmitido de generación en generación, un respeto absoluto por la naturaleza y una búsqueda constante de excelencia, el dominio se ha convertido en un referente en la Côte d’Or.
El dominio se extiende sobre 14 hectáreas de viñedos cuidadosamente trabajados, de los cuales 5 hectáreas están dedicadas a los blancos de la Côte de Beaune, cultivados en tres lieux-dits emblemáticos: La Grande Châtelaine, Les Pierres Blanches y La Combe d’Eve. Estas parcelas, con suelos ricos y variados, producen vinos de gran precisión, puros y complejos. La cuvée Rully Premier Cru “La Pucelle”, con un perfil más clásico, refleja la identidad de los prestigiosos terroirs de la Côte Châlonnaise.
Los vinos tintos de la Côte de Beaune se expresan a través de las denominaciones Beaune “Lulunne”, Côte de Beaune “Les Pierres Blanches” y Saint-Romain “En Chevrot”, mientras que los Bourgognes Hautes Côtes de Nuits “Sous le Mont” y “En Grégoire” muestran la potencia y carácter de los terroirs de la Côte de Nuits. Las Terres Burgondes, plantadas en pinot noir para los tintos y pinot beurrot para los blancos, reflejan la innovación y audacia del enólogo sobre una IGP de llanura cercana a Beaune.
Cada parcela recibe una atención meticulosa para expresar al máximo la tipicidad de su terruño: suelos, exposiciones, proximidad a bosques o cursos de agua son factores cuidadosamente considerados. Gracias a este compromiso con la biodinámica, los vinos del Domaine Emmanuel Giboulot son auténticos, reflejan fielmente su terroir de origen y, al mismo tiempo, respetan plenamente el entorno natural.
