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España
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CARRITO
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Artadi

Artadi

Artadi es la esencia del vino riojano, una bodega hecha a sí misma que ha conseguido convertirse en un auténtico referente entre los amantes de los grandes vinos españoles. Rigor,...

Año de fundación1985
EnólogoJuan Carlos López de Lacalle / Jean-Francois Gadeau
Viñedo propio:56 / ha
Producción anual150.000 botellas
País
Regiones
Uvas

Vino de Artadi

10 productos

27,95

26,95

185,00

55,90

24,95

14,75

109,00

Agotado

375,00

Agotado

46,90

Agotado

102,90

Artadi

Artadi es la esencia del vino riojano, una bodega hecha a sí misma que ha conseguido convertirse en un auténtico referente entre los amantes de los grandes vinos españoles. Rigor, precisión, expresividad y una marcadísima personalidad son sus grandes valores. Beber Artadi es beber territorio y sabiduría.

La bodega

Artadi es una historia ligada al recuerdo y al saber hacer de las gentes de generaciones pasadas que, durante años, se mantuvieron ajenas a lo industrial, basando sus vinos en la pasión y el respeto por el viñedo.

Fue en 1985, en Laguardia, cuando un grupo de viticultores, hombres y mujeres del pueblo, decidió asociarse para extraer la esencia de una tierra que conocían como la palma de su mano. Nació así la Cooperativa de Cosecheros Alaveses, con la firme convicción de que sus vinos podían ser tan buenos como cualquier otro. De su pasión y respeto por el viñedo, fueron apareciendo progresivamente vinos que eran fiel reflejo del paisaje en el que nacían sus uvas.

En 1992 la familia Lacalle y Laorden toma el timón del proyecto y empieza a elaborar vinos con expresiones únicas, que acumulan multitud de reconocimientos con celeridad.

Territorio y viticultura

Desde Artadi impulsan una viticultura respetuosa a través de prácticas de cultivo basadas en conceptos ecológicos y de sostenibilidad. Intentan mantener vivas las tradiciones vitícolas de sus antepasados luchando contra el avance destructor de la química. Luchan por preservar el camino heredado para obtener el disfrute de un vino vivo, integrando la naturaleza y el viñedo en sus propias vidas.

Con la ausencia absoluta de fertilizantes y sustancias de síntesis, ayudan a mantener la diversidad del ecosistema vitícola y a elaborar vinos de gran pureza. Juan Carlos y los suyos consideran el espacio de cultivo, la tierra, como un organismo vivo y dependiente del exterior. El suelo pasa a ser un enorme ser vivo del que todas las  plantas, insectos, animales u otras formas de vida forman parte.

En el corazón de la Álava vitícola, en Laguardia, Artadi cuenta con 80 hectáreas de viñedos asentados en suelos de amplia diversidad geológica y edafológica. Calizas, gravas y arcillas configuran este particular equilibrio de suelos pobres bajo una climatología de alternancia. Estos viñedos proporcionan singularidad a sus vinos, siempre destacados por la transparencia de la fruta y la finura de sus taninos.

Elaboración

En Artadi los vinos se hacen en el viñedo y sus secretos reposan y se guardan con celo en la bodega. Se entiende la elaboración del buen vino bajo los conceptos de transformación y evolución, como un proceso de vida. Racimos de viñedos en equilibrio, levaduras autóctonas, ausencia de tratamientos químicos y respeto a la añada, no hay más secreto.

Los vinos

Vinos de pueblo

Viñas de Gain Tinto: un vino para poder disfrutar hoy de la expresión más juvenil de cada añada o para ser redescubierto pasados unos años en botella. Frutas rojas, notas especiadas y taninos sutiles. Sobrio, serio y accesible.

Viñas de Gain Blanco: delicadeza, sutileza y mineralidad. La esbeltez de la viura añadida a una energía interior precisa que le permite considerarse un vino blanco de guarda, pese a su leve contacto con la madera.

Artadi Tradición: maceración carbónica, fiel a la tradición alavesa de fermentar racimos y uvas enteras. Un vino que habla de juventud y naturalidad, de pura fruta.

Vinos de parcela

Valdeginés: 7 hectáreas de suelos arcillo-calcáreos y exposición este. Vino con una intensa carga frutal, fresco, definido y esbelto. Prudente en un primer momento, tras el que deja sentir la delicada textura de unos taninos maravillosamente ensamblados. Sobrio y transparente, repleto de fruta roja y juventud desafiante.

La Poza de Ballesteros: viñedo plantado en 1960 en Elvillar de Alava. Suelo de color marrón claro pigmentado con formaciones de cal. Vino de trazo grueso, sensaciones de volumen y matices contundentes de una fruta bien madura y sazonada. Taninos amplios, redondos y densos.

El Carretil: tempranillo de Laguardia.  Suelo arcillo-calcáreo con una profundidad de entre 40 y 90 cm. Vino de fruta contenida, tánico fibroso y escultural. Perfecta fusión entre madurez y mineralidad. Taninos finos, textura envolvente y un frescor que se mantiene en todo su paso por boca.

Quintanilla: 1951. Tempranillo. 1.10 Ha. Suelo de profundidad media con presencia de cal dura y roca madre arenisca a unos 70-75 cm, condición limitante para la obtención de agua. Producción moderada de uva de alta calidad que deriva en un vino repleto de fruta fresca y estructurada, austero y envolvente.

San Lázaro: 1956. 1.60 Ha. Laguardia, orientación noroeste. Suelo arcillo-calcáreo, profundo y pobre. Su localización, al abrigo de los vientos del sureste, favorece la protección natural del viñedo, generando un micro-clima único. Vino delicado y esbelto, de taninos finos y perfumes de  pequeñas frutas del bosque.

Lacalle y Laorden

Viña el Pisón: el tesoro más preciado. Viñedo familiar de 2,4 ha. plantado en 1945 y asentado sobre una roca madre de arenisca. Vino de sutiles caracteres minerales, finas frutas, complejas y delicadas secuencias especiadas y taninos con volúmenes envolventes. Un vino de contenida energía y rebosante complejidad, repleto de elegancia natural y sensaciones cambiantes. Un vino para guardar y disfrutar de la magia del tiempo. Un viñedo único, un vino único.

La empresa / El grupo

La bodega alavesa vio cómo crecía su prestigio, tanto a nivel nacional como internacional, y amplió sus horizontes a nuevas zonas vinícolas con la creación de Bodegas y Viñedos Artazu (Navarra, 1996) y Bodegas y Viñedos El Sequé (Alicante, 1999). Más tarde, en 2015, fruto de una colaboración con la familia Zapiain, nació el proyecto Izar-Leku Mahastiak en Guipúzcoa.

En las cuatro regiones en las que trabaja actualmente Artadi, los principios que rigen el trabajo en el campo y en bodega son el ecologismo, la biodinámica y el máximo respeto por el pasado. Así, en cada una de ellas se trabaja con la uva insignia (tempranillo, garnacha, monastrell y hondarrabi; en Rioja, Navarra, Alicante y Guipúzcoa, respectivamente) y se intenta respetar al máximo el terruño y la tradición. Solo así se explica la nitidez y la intensa tipicidad que emana siempre de los vinos del grupo Artadi; finura y transparencia en Rioja, nobles taninos en Navarra, sabor mediterráneo en Alicante y mineralidad salina en el Cantábrico.