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Vinos italianos con más de 90 puntos y por... menos de 20 €

Lo afirman los críticos más importantes del mundo: la relación calidad/precio de los vinos italianos está siempre al alcance de todos. He aquí la selección que les proponemos, realizada con la ayuda de los mejores: Robert Parker y James Suckling

Robert Parker, crítico estadounidense con experiencia en el sector de la banca, empezó a escribir sobre vinos en los años setenta. Fue el nacimiento de la revista The Wine Advocate, de las primeras que empezaron a publicar notas sobre vinos de forma independiente, sin vinculación con el mundo comercial. Está considerado como uno de los críticos más influyentes, sus puntuaciones condicionan en gran medida la tendencia del mercado de los vinos más famosos del mundo. Su sistema de puntuación, sobre una escala de 100, es utilizado por un equipo de catadores distribuidos por todo el planeta.

Responsable de haber implantado el gusto "americano", sus vinos favoritos son los vinos amables, corpulentos, aterciopelados, con largas crianzas en pequeñas barricas. Responsable también de haber otorgado los primeros 100/100 al Sassicaia de la añada 1985, un vino que él mismo recuerda como "el vino que más me ha gustado en términos absolutos en mis 37 años de carrera". El gusto y estilo de Parker no están siempre en línea con los vinos italianos, caracterizados por un rigor aristocrático y una marcada acidez, vinos poco accesibles durante unos primeros largos años. En cualquier caso, las puntuaciones Parker siguen siendo un punto de referencia, sobre todo cuando las cosechas se expresan con generosa grandeza. Actualmente, los vinos italianos son evaluados por Monica Larner, periodista especializada en enología y gastronomía, que trabajó en La Repubblica en sus primeros años.

James Suckling empezó su carrera como crítico de vinos trabajando para la prestigiosa revista Wine Spectator, contando ya entonces con cierta reputación como periodista. Y así fue hasta 2010, cuando sus dos carreras se separaron y Suckling decidió inaugurar sus propias puntuaciones. Suckling vive actualmente en Italia, en la Toscana concretamente, e históricamente ha estado especializado en la crítica de vinos italianos. Aquí tiene la sede de sus catas, la mitad de las cuales, aproximadamente, se dedican cada año a la evaluación de vinos italianos precisamente.

Admirador de la complejidad y precisión de los grandes tintos italianos (sangiovese, nebbiolo y aglianico en primera fila), Suckling considera primordiales, a la hora de catar, las sensaciones táctiles. Antes que el cuerpo en sí mismo y por sí mismo, la fruta, el tanino, la acidez y el alcohol deben expresarse de forma perfectamente armónica y transmitir una persistencia larga y elegante. Suckling también puntúa sobre cien. Y con los vinos italianos, sus calificaciones alcanzan muy a menudo la excelencia absoluta.