¿Qué diferencias hay entre un vino ecológico, natural y biodinámico?
¿Qué son los vinos ecológicos, naturales y biodinámicos? Todo lo que debe saber sobre vinos naturales, ecológicos y biodinámicos.
Si nos fijamos en los vinos ecológicos, en los vinos naturales y en los biodinámicos, nos daremos cuenta de que únicamente los primeros cuentan con una definición clara que viene dada por el reglamento europeo. ¿Cuál es entonces la diferencia entre ellos?
Ecológico
Para que un vino sea ecológico (sinónimo de orgánico), el viñedo del que procede debe tener la certificación ecológica que, básicamente, restringe el uso de tratamientos de síntesis química (herbicidas o fungicidas) para combatir las plagas; únicamente se pueden utilizar el azufre de toda la vida y el sulfato de cobre; además, los abonos deben ser orgánicos. Sin embargo, en bodega, sí es posible el uso de otros productos químicos, como por ejemplo el sulfuroso, aunque en menor cantidad que en la elaboración de un vino convencional.
En el etiquetado, los vinos ecológicos españoles son fácilmente reconocibles gracias al sello de certificación agraria ecológica, cuyo logotipo es un sol sobre un cielo azul, una tierra marrón y unas líneas verdes en diagonal. Si se trata de vino europeo, encontraréis también una hoja sobre un fondo verde cuyo perfil está dibujado con estrellas blancas.
Los vinos ecológicos no son demasiado distintos de los convencionales en la cata, aunque tienden a ser algo más expresivos. Parece lógico pensar que de una tierra y una fruta trabajada con mayor respeto deben surgir vinos más honestos.
Natural
La diferencia más conocida entre un vino ecológico y un vino natural es que, mientras en el primero sí que se emplean pequeñas dosis de sulfuroso para su conservación, en el segundo no se encuentra más sulfuroso en el vino que el que se produce de forma natural durante la fermentación alcohólica.
El vino natural es aquel elaborado intentando respetar al máximo el fruto de la cepa, trabajando con la mínima intervención y sin añadir ni quitar nada a la uva. El objetivo de los productores naturales es mostrar el entorno donde nace cada vino y dejar que las particularidades de las diferentes añadas y de cada terruño dibujen su perfil. Se intenta respetar al máximo el entorno, promover la biodiversidad, aprovechar los recursos naturales y generar los mínimos residuos. En bodega, los productores de vinos naturales no utilizan levaduras seleccionadas, no corrigen, no filtran y no clarifican sus vinos.
Existe algún sello como el PVN (Productores de Vinos Naturales) que agrupa a algunos elaboradores de vinos naturales, pero ningún paraguas bajo el que todos ellos se cobijen de manera oficial.
Algunos consumidores asocian una serie de defectos olfativos y gustativos a los vinos naturales, aunque esto es únicamente cierto cuando el vino natural no está elaborado con la suficiente precisión. Producir vinos naturales es algo así como hacer funambulismo sin red, algo que no está al alcance de todo el mundo y que exige de grandes dosis de práctica y conocimiento. Por otro lado, es innegable, que los grandes vinos naturales brillan con una luz que ningún otro tipo de vino puede igualar; son vinos vivos, con alma y con una profundidad cautivadora.
Biodinámico
Rudolf Steiner fue el padre de la agricultura biodinámica y sus teorías han sido la base del vino biodinámico. Su teoría puede resumirse de una manera bastante simple como un intento de devolver la vida a la tierra y conectarla con el resto del cosmos. Los productos químicos y las malas prácticas en el campo han desnaturalizado la tierra y la han desprovisto de una parte importante de su energía natural, precisamente la que intenta recuperar el método biodinámico. En lugar de utilizar productos químicos para proteger y fortalecer las vides, se utilizan preparados de origen animal o vegetal, como los famosos cuernos de vaca rellenos de estiércol, que sirven para poblar el campo de microorganismos beneficiosos y captar y transmitir las energías cósmicas. Aquellas prácticas como vendimiar o plantar bajo una determinada fase de la luna que fueron tan habituales entre nuestros antepasados, vuelven a recuperar importancia con el método biodinámico.
No todos los vinos biodinámicos son fácilmente identificables pues, aunque sí existe un sello que certifica que nos encontramos ante un vino biodinámico, no todos los productores lo exhiben en sus etiquetas. Se trata del sello Demeter, escrito en letras blancas sobre un fondo naranja y con una línea verde en la base.
Recordemos, por último, que los tres tipos de vinos pueden y suelen combinarse. Un vino biodinámico es siempre ecológico, llevando los principios de la ecología un paso más allá. Del mismo modo, un vino natural es, muy frecuentemente, un vino biodinámico. En los tres casos nos encontramos con una revolución de la conciencia humana que pretende volver a gozar de los alimentos producidos por una tierra viva, de una fruta desbordante de sabor, olor y energía y de los vinos que con ella se elaboran.
Uso de sulfitos en vinos
Tipo de Vino | Convencional | Ecológico | Biodinámico | Natural | Sin sulfitos |
Vino Tinto | 150 | 100 | 150 | 30 | 0 |
Vino Blanco | 200 | 150 | 90 | 40 | 0 |
Vino Rosado | 200 | 150 | 90 | 40 | 0 |
Cantidades máximas permitidas por tipo de vino en mg/litro
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