Agostina Pieri

Típica empresa italiana de origen familiar, la historia de la bodega Agostina Pieri va íntimamente ligada a Agostina, la mujer que le da nombre y que ejemplifica la expresión más sincera y la excelencia en el mundo del vino. Fundada en 1991 como resultado de la repartición de la herencia familiar, la bodega se benefició pronto de la incorporación de los hijos de Agostina: Jacopo, en el viñedo, y Francesco, en la bodega.

Fiel al principio de "menos es más", la bodega de Agostina Pieri se centra exclusivamente en la producción de vinos y aceites y no ha incorporado las visitas a la bodega o el agroturismo a su negocio. Aquí, en la localidad de Piancornello, en la vertiente de Montalcino que mira hacia la Maremma, la bodega posee cerca de 11 has de viñedo que, tras un minucioso estudio de sus suelos, se han dividido en cinco parcelas. Estos terrenos se localizan a una altitud de entre 160 y 230 metros sobre el nivel del mar y se trabajan de modo independiente según sus características y composición (en mayor o menor grado, de suelos arcillosos y pedregosos).

Los vinos de Agostina Pieri nacen de una perfecta armonía entre territorialidad y tecnología y son un ejemplo de expresión tan limpia como genuina. Jugoso y dinámico, de taninos redondos y trago fácil y amable, su Rosso di Montalcino es fragante y profundo a la vez, gracias al envejecimiento que sigue durante un año en grandes barriles que lo afinan y lo completan.

Su Brunello encarna a la perfección el ideal de una sangiovese fresca y pulida y adquiere el perfil de un gran vino clásico, magistralmente cálido y estructurado. En nariz se revela con notas que van desde la cereza hasta las hierbas aromáticas, desde el regaliz hasta el cacao, desde el cuero a la mineralidad. En boca se muestra como uno de los vinos de perfil marino más potentes de Montalcino, sabroso, suave y aterciopelado gracias a sus dos años de afinamiento en barrica y otros 18 meses en botella.