En boca es bárbaro, tremendo punch el que se marca. Acidez descomunal, taninos maravillosos, imponentes y dulces a la vez. De gran amplitud, con un paso por boca poderoso, seco y ligeramente astringente. En retronasal sus aromas son acompotados y licorosos con apuntes de duelas envinadas. Post-gusto de cuerpo medio, intenso y largo (dos minutos y 50 segundos de persistencia) con un fondo amaderado noble y elegante, de final frutoso y ahumado. Un Tondonia clásico, para guardar muchos años pero en plena forma ya. Diría que alcanzará su madurez en unos 6-7 añitos. Lo iremos viendo evolucionar...