Micrit Monastrell

Micrit es el primer vino obtenido a partir del trabajo conjunto de Casa Castillo y el equipo de Envínate en la región de Jumilla, una relación de amistad que se forjó hace años y que ahora ha dado sus frutos vínicos. Después de muchos años de disfrutar juntos del mundo del vino, no pudieron evitar caer rendidos ante unas viejas cepas de monastrell de pie franco que parecían condenadas al arranque. En 2015 arrendaron el viñedo y dos años después elaboraron su primer vino, con un perfil muy reconocible por los seguidores tanto de Casa Castillo como de Envínate.

La vinificación con raspón en lagares de cemento subterráneos y la crianza de 18 meses en maderas usadas de gran volumen sirvieron para respetar el carácter de las cepas viejas y de los suelos calizos. El vino fermentó, por supuesto, bajo la batuta de las levaduras silvestres y con un elevado porcentaje del raspón, respetando el cariz natural de los vinos del Mediterráneo, pero adornándose también del frescor y la elegante rusticidad propios de los vinos de Envínate y de José María Vicente. Se produjeron poco más de 3.000 botellas, pero el esfuerzo que pueda suponer encontrar una de ellas se verá ampliamente recompensado al retirar el corcho. Encontraremos un vino terroso y de madurez medida, perfumado de hierbas mediterráneas, especias y corteza de árbol. Granate y brillante a la vista, huele a cerezas y frutillos de bosque maduros, a regaliz y galleta de violetas. Es complejo y ancho en boca, de taninos redondos y gruesos que le confieren el armazón al que se abraza toda la fruta. Consigue ser delicado y potente al mismo tiempo, intenso pero sutil, con ese algo que tienen todos los grandes vinos pero que resulta tan difícil de explicar sin una copa delante.