La Petite Perrière Blanc

La familia Saget lleva trabajando la vid y sus frutos desde 1790, siendo una de las pocas sagas del sector que podría vanagloriarse de haber mantenido viva la llama de la tradición en tres siglos distintos. Los vinos Saget La Perrière son el equilibrio perfecto entre elegancia y riqueza y, La Petite Perrière Blanc es la viva prueba de ello.

La designación Vin de France ofreció a la bodega la oportunidad de explorar y descubrir el contraste entre la madurez de las distintas variedades cultivadas en el sur y su acidez cuando se producen en la región norte (Loire), creando así los vinos La Petite Perrière. A través de la dilatadísima experiencia de la firma con la uva sauvignon blanc, una de las reinas del Valle del Loira, Domaine Saget La Perrière ha podido explorar e interpretar algunos de los mejores terruños de toda Francia para desarrollar un vino de un equilibrio casi perfecto, una fabulosa mezcla de riqueza y elegancia.

Además, los esfuerzos innegociables de la firma por fomentar la biodiversidad y disminuir el impacto ambiental nos aseguran que en cada botella de La Petite Perrière Blanc encontraremos sensaciones de gran pureza aromática y táctil. Las preciadas uvas se tratan como lo que son, verdaderos tesoros, y son vendimiadas a mediados de septiembre. Tras fermentar a baja temperatura, el vino se trasiega y reposa con sus lías finas. El vino está listo para ser embotellado muy temprano, entre enero y febrero, garantizando que en cada sorbo podremos gozar de la máxima frescura de la uva.

Nos encontramos ante un vino de intenso color dorado con reflejos verdes. Su nariz es elegante sin una exuberancia excesiva, una expresión justa y armoniosa de flores de saúco y acacia, equilibrada por una sutil mineralidad. Después de una entrada amable, el paladar se despierta envuelto en una agradable frescura, terminando con notas frutales de melocotones blancos y lichis.