Bajondillo

Bajondillo es una delicia de vino; un vino de perfil goloso, mediterráneo, con una espléndida acidez, muy sabroso y muy fresco en boca. Es humilde pero de gran calidad, muy pocos vinos de este precio ofrecen tanto. Se elabora con fruta de cepas de mediana edad, entre los 15 y los 40 años, de viñedos cultivados ecológicamente y con muy poca intervención en todo el proceso. Es un vino auténtico, honesto, jugosísimo, de aquellos que sorprenden muy agradablemente desde el primer momento y que se disfrutan hasta la última gota, y ¡a qué precio!

En copa es muy limpio, de un color rubí reluciente, y aromáticamente es intenso y complejo. Es humilde pero no sencillo, es un pequeño gran vino y merece ser tratado como tal, decántenlo o ábranlo con tiempo, verán cuán generoso llega a ser. En nariz encontrarán un zumo de frutas, de frutas rojas... ¡y de mango! Estos aromas no nos sorprenden de una variedad como la garnacha (75% de su coupage) pero creíamos que la syrah los habría contenido. En absoluto. Bajondillo es garnacha, una garnacha mediterránea y continental a la vez, con una complejidad más que notable: hierbas silvestres, perfume de rosas y de violetas, regaliz, fresa ácida, corteza de naranja y notas húmedas de sotobosque. Seductor; como les decíamos, una delicia.

En boca es una explosión de fresa ácida, intenso también y con un muy buen equilibrio entre dulzor y acidez que hace que se beba con gran placer y facilidad. Marida con varios platos pero con quien mejor se acompaña es consigo mismo. De andar ágil pero con cuerpo, estructura y nervio, los taninos se perciben pero con dulzor y carnosidad. Un vino para beber con los ojos cerrados, ¡bravo!