A pocos días de las fiestas navideñas, nuestro artículo de hoy les resultará especialmente útil… ¿Se acerca una comida o una cena especial en casa? Si todavía están dudando sobre los platos que van a servir y los vinos con los que los acompañarán, sírvanse de nuestra guía para maridar carnes y vinos. ¡Acertarán seguro!
Carne ahumada con pinot gris alsaciano
La carne ahumada no demasiado intensa adora los aromas ahumados del pinot gris alsaciano. El final ligeramente abocado y los aromas a piel de naranja de este grand cru de intensa mineralidad suponen un contraste exquisito con la carne y el humo.

Carne a la parrilla con malbec argentino
Es por todos sabido que los argentinos son los reyes de los asados, al tiempo que todos admitimos que el malbec es el gran vino tinto de la Argentina, ¿cómo podríamos entonces discutir un maridaje regional tan extraordinario? Jamás haríamos tal cosa.

(Bodega Catena Zapata,
Valle de Uco)
Caza de pluma con tintos jugosos
La pluma, especialmente si la servimos con una guarnición contundente o la guisamos, necesita tintos de taninos redondos y dulzones. Los aromas a fruta de bosque madura, el frescor y el tacto láctico del Casa Castillo Vino de Finca resultan ideales.

(Casa Castillo, Jumilla)
Cerdo con garnacha blanca
El cerdo asado, con la piel bien crujiente, pide un blanco con algo de madera que una los aromas de la brasa con los tostados de las duelas. Nada mejor que una cálida y jugosa garnacha blanca del Montsant, con sus aromas de especias, hierbas y miel.

(Celler Masroig, Montsant)
Cordero con tempranillo
Clásicos modernos como el Izadi Selección, con su medido equilibrio entre madera y fruta armonizan a la perfección con el sabor exquisito y la tierna textura del cordero, una carne que por su excelencia forma parte de los recetarios de medio mundo.

(Bodegas Izadi, Rioja)
Oca o ganso con riesling
La carne de la oca es de color rosado y más grasa que la de otras aves, aunque es más suave y fina que la del pato. Un riesling fresco y consistente, con aromas cítricos y de pizarra perfumando un cuerpo opulento y seco, se antoja perfecto acompañante.

Pato con Saint-Émilion
Las proteínas de la carne de pato requieren de cierta tanicidad y del juego entre acidez y dulzor que tantas veces buscamos en una salsa de frutos rojos. Un tinto de merlot y cabernet franc de Burdeos tiene todas esas características además de mucha complejidad.

(Clos de l’Oratoire,
Saint-Émilion Grand Cru)
Pavo con pinot noir
El pavo es el plato estrella en muchas mesas navideñas, aunque resulta delicioso en cualquier época del año. Necesita un vino fresco y sutil, pero con carácter, como los pinot noir de Mercurey, vinos de aromas silvestres, cierto cuerpo y adorable rusticidad.

(Domaine Michel Juillot, Mercurey)
Pollo asado con chardonnay del Nuevo Mundo
Si cocinamos un pollo entero y conseguimos que la carne quede jugosa y la piel crujiente, necesitaremos un vino amable, sin demasiada acidez, pero con el carácter de una breve crianza. El clima mediterráneo de California nos asegura el equilibrio perfecto.

(Kenwood Vineyards, Sonoma County)
Ternera con un gamay con crianza
A menudo cometemos el error de combinar tintos demasiado contundentes con la ternera. Especialmente cuando la preparamos en carpaccio o con salsas ligeras, la ternera agradece taninos dóciles y frescor, pero reclama profundidad de aromas.

(Jean Foillard, Morgon)