El brandy y el cognac son dos de los destilados más aclamados del mundo, pero pese a las semblanzas que comparten, son en esencia distintos. El brandy es el más antiguo de los dos, pues se cree que fueron los italianos allá por el siglo X los que empezaron a producirlo; el cognac debería esperar hasta el siglo XVIII, momento en el que los viticultores franceses apostaron por convertir sus vinos en aguardiente y envejecerlo en madera. No obstante, sus diferencias no acaban ahí, pues además de tener orígenes distintos, se elaboran en regiones distintas, a partir de uvas dispares, que se destilan de manera también desigual. Si nos fijamos además en sus crianzas, veremos que brandy y cognac siguen aumentado sus divergencias.
El brandy puede elaborarse en cualquier lugar del mundo, mientras que el cognac debe proceder forzosamente de la región francesa que le da nombre, situada en los suelos calizos ubicados entre Poitiers y Burdeos. Cognac goza de denominación de origen propia, con una estricta normativa que regula la producción, desde 1909.
En cuanto a la uva, encontramos que el brandy se puede elaborar a partir de cualquier variedad, ya sea blanca o tinta, mientras que el cognac se elabora únicamente a partir de tres uvas blancas, la ugni blanc, la folle blanche y la colombard, que producen un vino ácido y de bajo contenido alcohólico.
La destilación del brandy se puede realizar siguiendo cualquier proceso de los más comunes, mientras que la del cognac debe ser doble y realizarse en un alambique clásico de cobre, de tipo Charente.
En lo que respecta a la crianza, las diferencias son, si cabe, aún mayores. El brandy de Jerez, uno de los más reputados, se envejece un mínimo de 6 meses en barriles que han sido envinados con alguno de los tipos de vinos de Jerez con anterioridad y se divide en tres categorías según el tiempo que pase en contacto con la madera. Se denomina solera al que supera los seis meses, solera reserva al que va más allá del año y solera gran reserva al que alcanza los tres. La crianza clásica en Jerez es la de criaderas y soleras, pirámides de barricas de roble americano que contienen destilados de distintas edades que se mezclan periódicamente de manera cronológica. El destilado francés se divide también en tres categorías: VS (Very Special) si el aguardiente más joven pasa un mínimo de dos años en barricas, VSOP (Very Superior Old Pale) si supera los cuatro y XO (Extra Old) si rebasa la barrera de los seis. Debe envejecerse en barriles de roble francés y las distintas añadas ser mezcladas poco antes del embotellado, indicando en cada botella la edad del aguardiente más joven.
Llegados a este punto, y conociendo un poco más ambos destilados, la elección puede ser una simple cuestión de gustos, pero pueden estar completamente seguros de que eligiendo un brandy o un cognac de calidad estarán bebiendo siempre un magnífico destilado lleno de tradición e historia.