Los vinos blancos de Rioja

«No es tinto todo lo que Rioja»

La DOCa Rioja es mundialmente conocida por sus vinos tintos, especialmente por los de crianza. No obstante, en sus bodegas se elaboran también excepcionales blancos riojanos que desgraciadamente son desconocidos por buena parte de los aficionados al vino.

Grandes bodegas como López de Heredia se han mantenido firmes en la tradición de elaborar vinos blancos de crianza en los que las notas terciarias tienen gran protagonismo y el paso del tiempo no hace sino añadir complejidad y señorío. Así, Viña Gravonia Blanco Crianza y Viña Tondonia Blanco Reserva, se han convertido en piezas altamente codiciadas por los devotos de los grandes vinos blancos del mundo. Algo parecido sucede con el floral y especiado Castillo Ygay Blanco, el gran vino de Marqués de Murrieta que obtuvo 100 puntos Parker hasta en tres ocasiones; la misma bodega elabora también el Capellanía, un vino más asequible y de mayor producción que aúna también todas las virtudes de los buenos blancos riojanos.

Más allá de los cortes tradicionales, resulta muy interesante conocer las 3 variedades clásicas (viura, malvasía y garnacha blanca) por separado, para entender cual es su papel en los cupajes. Barón de Ley Varietales Garnacha Blanca muestra toda la amplitud en boca de la garnacha blanca, mientras Laventura Malvasia Ánfora resalta la fruta y el carácter meloso de la malvasía. La mayoritaria viura cuenta con numerosos ejemplos magníficos, como los ya mencionados Viña Gravonia o Capellanía, el sorprendentemente económico y complejo Monopole de CVNE o el vibrante Plácet Valtomelloso de Palacios Remondo, con su elegancia casi borgoñona.

Por si toda esta riqueza de estilos no fuera suficiente, en 2008 la DOCa aprobó la incorporación de seis variedades más a la lista de uvas autorizadas para la elaboración de vinos blancos de Rioja. Chardonnay, sauvignon blanc y verdejo no parecen haber aportado demasiado a la paleta de blancos riojanos, pero maturana tinta y tempranillo blanco, uvas autóctonas de marcada personalidad, sí están dando lugar a vinos verdaderamente sorprendentes. Así, Bodegas Bilbaínas, asombra con su Viña Pomal Maturana Blanca, un monovarietal de la desconocida variedad autóctona que sorprende por su elegancia en nariz y su finura en boca, al tiempo que, Juan Carlos Sancha apuesta por mostrar el tempranillo blanco al desnudo, sin crianza alguna, con su Ad Libitum Tempranillo Blanco, un vino de aromas frescos de manzanas y limones y boca glicérica.

Blancos de Rioja, nuestras recomendaciones:

Castillo Ygay Blanco
Castillo Ygay Blanco
(Marqués de Murrieta, Rioja)
Capellanía (Blancos de Rioja)
Capellanía
(Marqués de Murrieta, Rioja)
Laventura Malvasia (Blancos de Rioja)
Laventura Malvasia
(Laventura, Rioja)
Monopole (Blancos de Rioja)
Monopole
( CVNE, Rioja)
Plácet Valtomelloso (Blancos de Rioja)
Plácet Valtomelloso
(Bodegas Palacios Remondo, Rioja)
Viña Pomal Maturana Blanca
Viña Pomal Maturana Blanca
(Bodegas Bilbaínas, Rioja)
Ad Libitum Tempranillo Blanco
Ad Libitum Tempranillo Blanco
(Bodegas Juan Carlos Sancha, Rioja)