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España
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CARRITO
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Muchada-Léclapart

Muchada-Léclapart

Muchada-Léclapart es el proyecto de David Léclapart (afamado productor francés de Champagne) y Alejandro Muchada (viticultor de Cádiz) en el Marco de Jerez, región...

Viñedo propio:3 / ha
País
Regiones
Uvas

Vino de Muchada-Léclapart

4 productos

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Muchada-Léclapart

Muchada-Léclapart es el proyecto de David Léclapart (afamado productor francés de Champagne) y Alejandro Muchada (viticultor de Cádiz) en el Marco de Jerez, región vitivinícola histórica, situada en la costa atlántica de Andalucía. Juntos están implementando la experiencia y el conocimiento de David, en agricultura biodinámica, y de la escuela francesa del buen hacer vitivinícola.

Su objetivo es crear un gran vino blanco, sin velo de flor y sin fortificar, basado en el respeto y cuidado del alma de Jerez: la tierra de Albariza y la uva Palomino.

Ubicados en las mejores tierras de viñas de Sanlúcar de Barrameda, en el histórico Pago Miraflores, aprovechando el clima fresco del océano Atlántico, han recuperado tres hectáreas de viñedo mayoritariamente viejo de antiguas selecciones masales de palomino fino y moscatel de Chipiona.

Muchada-Léclapart sólo hace vino con uva procedente de sus propios viñedos, cuidados por ellos mismos. Todos sus vinos son parcelarios y en ningún caso proceden de uva de otros viticultores.

Las parcelas se localizan en Sanlúcar de Barrameda y en Chipiona en los pagos más cercanos al Océano Atlántico y en orientación al poniente, al frescor de la brisa marina, lo que permite trabajar con una maduración equilibrada sin un grado alcohólico elevado; ideal para hacer un vino blanco seco de graduación natural.

Tres hectáreas divididas en tres parcelas diferentes: La Platera, Miraflores Alta y Camino del Puerto.

Para elaborar los vinos usan técnicas de mínima intervención: añaden el mínimo de sulfuroso (sólo un 10% de lo habitual), no usan levaduras seleccionadas ni ácidos para rectificar las acideces, conservan las lías y embotellan sin filtrar. Superando los riesgos, con un trabajo delicado y cuidado, el resultado que consiguen es sublime: un vino blanco seco, salino y mineral, con aromas sutiles, largo en boca, y absolutamente gastronómico.

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